sábado, 14 de noviembre de 2009

La calidad de la fotografia digital


Se ha hablado y discutido mucho acerca de la calidad de la fotografia digital, pero hay que reconocer que los últimos cambios y mejoras en los sensores, así como la adaptación y puesta al día de los fotógrafos dedicados a la profesión, creo que nos permiten poder afirmar que la fotografía digital está ya en una posición predominante y que nada tiene que envidiar a la fotografía clásica (fotografía hecha mediante procedimientos químicos de sales de plata).

A pesar de esto, se observan deficiencias en muchos profesionales no tan especializados, que utilizan las luces como lo hacían con la fotografía clásica, y parecen no haberse percatado de que, mientras en los métodos antiguos, cerrar un poco el diafragma (por ejemplo trabajando con diapositivas), con los sensores digitales hay que tender al contrario, a abrir un poco el diafragma, al menos siempre que las luces altas lo permitan.

Esto se debe a dos defectos de concepto, uno puede ser el hecho de que aún muchos fotógrafos siguen trabajando con su cámara configurada para archivos JPG en lugar de RAW, la otra razón para quienes trabajan en RAW pero aún así no consiguen buenos resultados, es que los sensores recogen mucha más información cuando se trabajan en la zona alta del histograma, que cuando se trabajan en la parte baja.

Si esto fuera tenido en más en cuenta, otro gallo cantaría para la riqueza tonal del archivo RAW que nos entrega la cámara, y por supuesto, luego siempre es posible bajar un poco las luces en el proceso de edición para compensar esa sobre-exposición, pero ya en Photoshop, y sobre el RAW, no antes.

Para quienes disfruten con imágenes de paisajes suaves y melancólicas, aquí os muestro la de uno de mis paisajes preferidos en la cornisa cantábrica, titulada “paisaje con vacas”

Suerte y que hagáis pocas pero buenas fotos.

lunes, 26 de octubre de 2009

Las dificultades del fotografo a la hora de cobrar su trabajo


Las dificultades del fotografo son muchas y muy variadas. En estos tiempos de crisis, se destaca por ejemplo, que los clientes que utilizan los servicios de un fotografo profesional, son rehacios a abonar lo que realmente vale el trabajo.
Quizás se deba a que muchos de los clientes, no tienen ni idea del coste de los equipos que se han de utilizar para hacer fotografia profesional de calidad o del tiempo que lleva la simple edición de cada foto, o que el aprendizaje y experiencia que permite a un fotografo hacer un buen trabajo, se ha adquirido por ósmosis, sin esfuerzo y ha sido regalada en el bar de la esquina.
Muchos compañeros colegas me comentan lo difícil que está la cosa cuando se trata de que el cliente acepte el presupuesto, y ni qué hablar tiene cuando llega el momento de cobrar.
Posiblemente se pueda eximis a algunos de esos clientes remolones, porque las complicaciones económicas nos afectan a todos y a ellos también, por supuesto, pero cuando la situación muestra una evidente falta de intención en el cumplimiento del pago, que es la parte de compromiso que el cliente ha adquirido con el fotógrafo, la cosa se pone fea, sobre todo para quien ve pasar los meses, ha entregado el trabajo que se le ha pedido de forma púlcra, y su retribución no llega nunca.
Estos abusos por parte de algunos clientes, dan por tierra la confianza de quienes estamos ene sta profesión, y nos obliga a pedir una porcentaje importante del trabajo por adelantado y el resto contra entrega de las fotografías.
No es que no nos fiemos de todos los clientes, es simplemente que ya sabemos que hay un porcentaje de ellos que nos van a fallar como no tomemos las medidas necesarias para evitarlo.
En fin, que lleguen mejores tiempos y podamos volver a la normalidad, que la gente aprenda a apreciar nuestro trabajo y la inversión en equipos que tenemos que hacer para llevarles algo profesional y de calidad como respuesta a sus espectativas, y que todos podamos volver a ver la luz.